Decidí hacer masa normal y otra parte teñirla en dos colores diferentes, morado y verde. Los conejitos de color natural, los glaseé en blanco con los detalles en rosa. Quedaron preciosos y con un brillo espectacular.
Los huevos fué rápido y simple... con glasa en rosa y blanco, los adorné haciendo bodoques y a los de color natural les coloqué unas mariposas de galleta que anteriormente había horneado también, haciendo un poquito más de detalle. Y lo mismo con los de color verde.
Con el sobrante de las masas coloreadas, hice una mezcla. Siempre pienso en aprovechar todo... así que por que no mezclarlos y hacer más galletas. Este resultado puede gustar o no, pero estoy segura que si se usan los tonos adecuados se pueden sacar resultados geniales. Me recuerda a las etas que el mármol saca en ocasiones, claro dependiendo del color. Y les añadí algunas mariposas de galleta también.
De esta granja salieron también, conejitos en verde y morado.
A los adultos, les calaron más los huevos, pero a los peques les encantaron los conejos...
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